Cirugía de reducción mamaria

Aunque la lactancia es posible, existe un riesgo, especialmente si la reducción mamaria es considerable. En casos de planificación de la lactancia, desaconsejamos la cirugía de reducción mamaria.

Las cicatrices de la reducción mamaria suelen disimularse eficazmente, quedando ocultas incluso con un sujetador pequeño, aunque no desaparecerán por completo. Para evitar el impacto del sol en las cicatrices de la mamoplastia, se recomienda esperar al menos un año antes de exponerlas al sol o usar bikini.

Después de la intervención, es necesario mantener reposo, pero al cabo de dos días, podrás incorporarte a tu vida laboral normal, especialmente si se trata de un trabajo de oficina. No obstante, es vital comunicarlo al equipo médico.

Las mamografías seguirán siendo igual de fiables que antes. De hecho, como parte del control postoperatorio, se realizará una mamografía después de un tiempo transcurrido desde la intervención. A partir de entonces, seguirás el cronograma de frecuencia que te indique tu especialista.

Es importante destacar que el aumento de mamas no afecta la lactancia materna. Sin embargo, se recomienda esperar de 6 a 12 meses después de la lactancia para someterse a la intervención.

Sí, muchas mujeres experimentan una mejora en su postura después de la cirugía, ya que se reduce la presión en la espalda y los hombros.

Aunque las cicatrices en la mamoplastia de reducción son permanentes, se colocan de manera estratégica para que sean lo menos visibles posible. Con el tiempo, las cicatrices se desvanecen y pueden volverse apenas perceptibles.

Depende de la técnica utilizada. Si se preservan los conductos mamarios y la conexión con el pezón, es posible lactar en el futuro.

Sí, se recomienda usar un sostén quirúrgico o deportivo durante las primeras semanas para proporcionar soporte, reducir la inflamación y mejorar la cicatrización.

Sí, los resultados suelen ser duraderos, pero factores como el envejecimiento, el embarazo, la lactancia y las fluctuaciones de peso pueden afectar la forma y tamaño de los senos con el tiempo.

Notarás mejoras inmediatas, pero los resultados finales se aprecian después de 3-6 meses, cuando la inflamación ha desaparecido por completo.

No es posible eliminar por completo las cicatrices, pero un cirujano experimentado puede minimizarlas y colocarlas en áreas discretas. El uso de técnicas avanzadas también ayuda a reducir su visibilidad.

La reducción mamaria es un procedimiento seguro cuando es realizado por un cirujano plástico certificado. Sin embargo, como cualquier intervención quirúrgica, conlleva ciertos riesgos y posibles complicaciones que deben ser consideradas antes de tomar una decisión.

Riesgos generales de cualquier procedimiento quirúrgico

• Sangrado (hematoma): Puede producirse una acumulación de sangre en la zona intervenida, lo que en algunos casos requiere drenaje quirúrgico.
• Infección: Aunque poco frecuente, puede presentarse y suele tratarse con antibióticos. En casos excepcionales, puede requerir tratamiento adicional.
• Reacciones adversas a la anestesia: La anestesia general es segura en la mayoría de los pacientes, pero siempre existe un pequeño riesgo de efectos secundarios o reacciones adversas.
• Dolor postoperatorio: Es normal experimentar molestias después de la cirugía, que pueden controlarse con la medicación prescrita por el especialista.