Abdominoplastia: un abdomen firme y definido con cirugía

Durante los tres meses posteriores a la intervención quirúrgica, es importante no realizar esfuerzo físico, ejercicio ni deporte. Evitar levantar pesas, running y rutinas aeróbicas. Tampoco se recomienda ejercer presión al doblarse, tirar o empujar, durante las 4 o 6 semanas del posoperatorio. En las revisiones, consultar con el cirujano cuándo se puede reanudar actividad física.

Esta duda suele ser muy frecuente en pacientes que quieren realizar una remodelación en el cuerpo. La respuesta ante esta pregunta es no. Cabe destacar que la abdominoplastia no es una liposucción, pero sí que son compatibles, es decir, muchos pacientes se someten a ambos tratamientos para eliminar el exceso de grasa y la flacidez abdominal.

Antes de la cirugía, hay una serie de pasos que los pacientes deben seguir para asegurar los mejores resultados y mejorar el proceso de recuperación. En Clínica Egos recomendamos a los pacientes de abdominoplastia que no fumen durante las 3 semanas anteriores y las 3 siguientes a la intervención. También es recomendable utilizar un jabón germicida para el lavado corporal. Además, deberá anularse la ingesta de medicamentos como aspirinas u otras sustancias que puedan interferir en la coagulación de la sangre.

Sí, la abdominoplastia deja una cicatriz visible en la parte baja del abdomen, similar a la cicatriz de una cesárea pero generalmente más larga. Con el tiempo, la cicatriz se atenúa y puede disimularse con ropa interior o traje de baño.

Aunque la abdominoplastia elimina una cantidad significativa de grasa y piel, es importante mantener una dieta saludable y hacer ejercicio para conservar los resultados a largo plazo.

Sí, muchas personas optan por combinar la abdominoplastia con liposucción u otros procedimientos estéticos, como un lifting corporal o cirugía de pecho, para obtener resultados más completos.

La recuperación completa puede tomar entre 4 y 6 semanas. Durante este tiempo, es fundamental evitar actividades físicas intensas y seguir las instrucciones del cirujano.

• Infección: Como en cualquier cirugía, existe el riesgo de infección en el área tratada, especialmente si no se siguen adecuadamente las indicaciones postoperatorias.
• Cicatrización lenta o anormal: Algunas personas pueden experimentar una cicatrización más lenta o la formación de cicatrices visibles.
• Acumulación de líquidos (seromas): Es posible que se acumulen líquidos bajo la piel, lo que podría requerir drenajes.
• Sangrado excesivo: Puede haber sangrado durante o después de la cirugía que, en raras ocasiones, requerirá intervención adicional.
• Pérdida de sensibilidad: Se puede experimentar una pérdida temporal o permanente de sensibilidad en la zona abdominal.
• Trombosis venosa profunda: Existe un riesgo bajo de desarrollar coágulos sanguíneos, especialmente si no se moviliza adecuadamente tras la cirugía.
• Asimetría: El abdomen puede no quedar completamente simétrico después de la intervención.
• Complicaciones respiratorias: Aunque es raro, pueden surgir dificultades respiratorias si la presión en la zona abdominal afecta los pulmones.

Sí, la cicatriz principal se encuentra en la parte baja del abdomen y puede extenderse de cadera a cadera. Si se realiza una reparación del ombligo, también habrá una pequeña cicatriz alrededor de él. Las cicatrices suelen desvanecerse con el tiempo y pueden tratarse con cremas o láser.

Sí, es común combinarla con liposucción para mejorar el contorno corporal o como parte de un Mommy Makeover.

Sí, pero se recomienda realizar el procedimiento una vez que hayas terminado de tener hijos, ya que el embarazo puede afectar los resultados.

Sí, las prendas de compresión son esenciales para reducir la inflamación, mejorar la cicatrización y ayudar a moldear el abdomen. Generalmente, deben usarse durante 4-8 semanas.