Sleeve gástrico: Pérdida de peso con cirugía segura y eficaz

• Infección: Como en cualquier cirugía, existe el riesgo de infección en el sitio de la incisión o en la zona del estómago.
• Fugas gástricas: Existe la posibilidad de que el estómago recién cortado presente fugas, lo que puede llevar a complicaciones graves.
• Coágulos sanguíneos: El riesgo de desarrollar coágulos en las piernas o los pulmones (trombosis o embolia) es una posible complicación.
• Reflujo ácido: Algunas personas experimentan un aumento en el reflujo gastroesofágico después de la cirugía.
• Deficiencias nutricionales: Al reducir la capacidad de absorción de ciertos nutrientes, es posible que se presenten deficiencias de vitaminas y minerales.
• Estrechamiento del estómago: En algunos casos, la parte restante del estómago puede estrecharse, lo que dificultaría la ingesta de alimentos.
• Náuseas y vómitos: Durante el proceso de adaptación al nuevo tamaño del estómago, pueden ocurrir episodios de náuseas o vómitos.

En promedio, las personas pierden entre el 50% y el 70% de su exceso de peso en el transcurso de 12-18 meses, siempre que mantengan hábitos saludables.

No afecta significativamente la digestión, pero puede haber menos absorción de algunos nutrientes debido al menor consumo de alimentos. Por eso, es importante tomar suplementos vitamínicos según las indicaciones del médico.

Sí, se recomienda tomar suplementos vitamínicos y minerales de por vida para evitar deficiencias nutricionales.

Sí, después de un Sleeve Gástrico es necesario adoptar una dieta específica y realizar cambios en el estilo de vida para mantener los resultados y preservar la salud general. Durante las primeras semanas tras la cirugía, la dieta se inicia con alimentos líquidos y blandos, para luego ir incorporando alimentos sólidos de forma progresiva. Es crucial aprender a comer porciones pequeñas, masticar bien los alimentos y evitar bebidas carbonatadas y comidas muy grasosas o altas en azúcares. Además de la dieta, es importante integrar la actividad física de manera regular y mantener un enfoque en una alimentación rica en proteínas y baja en calorías vacías. Estos cambios no solo ayudan a maximizar la pérdida de peso, sino que también son esenciales para prevenir la recuperación del peso a largo plazo y mejorar la calidad de vida del paciente.

En las primeras semanas después de la cirugía, deberás comenzar con una dieta líquida, como caldos y jugos sin azúcar. A las 2 semanas, podrás consumir alimentos blandos como purés de verduras, yogur bajo en grasa y proteínas líquidas. Después de 4 a 6 semanas, podrás comer alimentos sólidos en pequeñas cantidades y porciones controladas.

En las primeras 4 semanas, deberás evitar el ejercicio intenso y optar por caminar y realizar actividades ligeras. A partir de la 6ª semana, puedes comenzar a incorporar ejercicios más intensos, como entrenamiento de resistencia o actividades cardiovasculares. El ejercicio regular es fundamental para mantener los resultados a largo plazo.

Aunque el procedimiento reduce permanentemente el tamaño del estómago, existe la posibilidad de que, con el tiempo, el estómago se estire ligeramente debido a la ingesta excesiva de alimentos o el no seguir las recomendaciones del médico. Sin embargo, este estiramiento es mínimo y no suele revertir los efectos de la cirugía si se sigue un estilo de vida saludable.

En general, se recomienda esperar al menos 2 semanas antes de viajar en avión para minimizar el riesgo de complicaciones, como la deshidratación y el aumento de la presión en el cuerpo. Es importante mantenerse hidratado y evitar la fatiga excesiva.

Es normal sentir hambre ocasionalmente después de la cirugía, pero debido a la reducción de capacidad del estómago, deberás aprender a reconocer las señales de hambre genuina. Comer alimentos ricos en proteínas y fibra te ayudará a mantenerte saciado por más tiempo. También es importante priorizar las comidas líquidas o en puré durante las primeras etapas.

No, el sleeve gástrico no es reversible. Implica la extirpación permanente de una gran parte del estómago, lo que lo convierte en un procedimiento definitivo.