Rinomodelación: Nariz perfecta sin cirugía

Mientras que el modelado de nariz no es quirúrgico y se realiza inyectando rellenos dérmicos para corregir pequeñas irregularidades, la rinoplastia es un procedimiento quirúrgico que implica cambios estructurales en la nariz. En EGOS realizamos los dos tipos de intervenciones.

El procedimiento es prácticamente indoloro. La zona de tratamiento recibe una crema anestésica local antes de la inyección, lo que minimiza cualquier molestia durante el proceso.

Los resultados de la rinomodelación pueden durar entre 6 meses y 2 años, dependiendo del tipo de relleno utilizado y el metabolismo del paciente.

Sí, la mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades normales inmediatamente después del procedimiento, aunque es recomendable evitar el ejercicio intenso durante 24 horas.

No, la rinomodelación es un tratamiento puramente estético y no corrige problemas funcionales de la nariz, como la desviación del tabique.

Los riesgos asociados a la rinomodelación incluyen:

• Reacciones alérgicas: Algunas personas pueden tener una reacción alérgica al material de relleno utilizado, aunque es poco frecuente.
• Hematomas o moretones: Es común que aparezcan pequeños moretones o hinchazón en el área tratada tras la inyección.
• Inflamación temporal: La zona tratada puede hincharse durante unos días, aunque suele ser una reacción pasajera.
• Asimetría: Existe la posibilidad de que los resultados no sean completamente simétricos, lo que podría requerir ajustes posteriores.
• Migración del relleno: En casos raros, el material de relleno puede moverse de su lugar original, alterando el resultado.
• Necrosis cutánea: Aunque es muy poco frecuente, la inyección en vasos sanguíneos puede causar daños en los tejidos y provocar necrosis.
• Infección: Cualquier intervención que implique inyecciones conlleva un pequeño riesgo de infección si no se siguen las medidas de higiene adecuadas.

Los efectos de la rinomodelación no son permanentes. El ácido hialurónico utilizado en el procedimiento se reabsorbe gradualmente por el cuerpo, por lo que los resultados duran entre 12 y 18 meses.

Sí, la rinomodelación puede combinarse con otros procedimientos no invasivos, como el tratamiento con rellenos dérmicos en otras áreas del rostro. De hecho, muchos pacientes optan por complementar la rinomodelación con otros tratamientos para lograr una armonía facial completo.

Generalmente, los retoques o mantenimiento de la rinomodelación se realizan cada 12-18 meses, dependiendo de cómo el cuerpo absorba el ácido hialurónico. Puedes consultar a tu especialista para determinar el momento adecuado para un nuevo tratamiento.

Sí, pero no es recomendable para quienes tengan alergias graves al ácido hialurónico o para aquellas personas con infecciones en la zona a tratar. Siempre es necesario realizar una consulta inicial con un profesional para asegurarse de que eres un buen candidato para el tratamiento.

Sí, en caso de que los resultados no sean los esperados o si surgen complicaciones menores, es posible corregir la rinomodelación. El ácido hialurónico se puede disolver con una sustancia llamada hialuronidasa, que permite revertir los efectos y lograr los resultados deseados de manera segura.

La rinomodelación no está diseñada para reducir el tamaño de la nariz. Si buscas una reducción significativa, lo mejor es consultar con un cirujano plástico especializado en rinoplastia. La rinomodelación está pensada para pequeños ajustes estéticos, no para modificaciones drásticas.